Cartilla (in)moral: ética para perder el rumbo
Textos de Zazil Collins, Julia Piastro, Hanlly Porco, María Cristina Hall, Ruby Brunton, Lucía Hinojosa, Indira Isel Torres Crux, Tania Carrera, Isaura Leonardo / Tumbalacasa
Textos de Zazil Collins, Julia Piastro, Hanlly Porco, María Cristina Hall, Ruby Brunton, Lucía Hinojosa, Indira Isel Torres Crux, Tania Carrera, Isaura Leonardo / Tumbalacasa
Textos de Zazil Collins, Julia Piastro, Hanlly Porco, María Cristina Hall, Ruby Brunton, Lucía Hinojosa, Indira Isel Torres Crux, Tania Carrera, Isaura Leonardo / Tumbalacasa
En 1944, el escritor Alfonso Reyes recibió la encomienda de redactar una Cartilla Moral que complementara la labor alfabetizadora que habría iniciado el presidente Manuel Ávila Camacho. Su propósito era acompañar la enseñanza de las personas analfabetas instruyéndolas en un mínimo de principios morales porque las personas ignorantes, según se dice allí, serían más propensas al mal: “Todo depende del acto bueno de que se trate. Para dar de beber al sediento basta tener buen corazón, ¡y agua! Para ser un buen ciudadano o para sacar adelante una familia hay que tener, además, algunos conocimientos.” (El hombre nace para el bien, p. 8) Esta es una creencia que todavía se invoca, sin embargo, peligra de tocar el borde de un determinismo social que hoy se considera “criminalización de la pobreza”: si naces pobre, naces para el mal.
La cartilla pretende enseñar a los educandos analfabetos, entre otras cosas, cómo ser personas de bien, aseadas, bien vestidas: “Y recordemos que si el desaseo es desagradable, el exhibicionismo y la afectación son ridículos” (El respeto a nuestra persona, p. 12). Es parte de un programa estatal “civilizatorio” y nacionalista (como buen heredero de la Revolución) que pretendía pautar comportamientos sociales e individuales que reverbera en los dichos del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, cuando dice que en la base de la criminalidad están la falta de educación y la pobreza y minimiza los serios problemas estructurales, la dominancia del crimen organizado y el avance del capitalismo tardío. En 1944 las mujeres no tenían derecho a votar, en 1944 el mundo estaba en una Guerra Mundial, en 1944 no había una violencia desatada con más de 73 mil personas desaparecidas…
Un grupo de poetas, todas ellas mujeres, decidieron, convencidas de que este texto no dice más de la realidad del mundo y del país, intervenir la Cartilla Moral primero en el contexto del Festival de Poesía por Primavera 2019 y luego en un ejercicio colectivo más amplio que el pasado 8 de marzo vio la luz.